Que no se requieren grandes destrezas para utilizar
herramientas sociales lo sabemos todos. La complicación viene dada con el cambio de mentalidad empresarial, donde son las propias marcas las que deben utilizar las redes sociales en su beneficio, aprendiendo a modificar hábitos, rutinas, inercias y modelos de comportamiento seguidos hasta el momento.
Es muy común encontrarnos con una serie de fases por las que pasan muchas empresas, sobre todo pequeñas y medianas, y a las que el community manager, o el responsable de la estrategia en los social media, debe hacer frente para intentar cambiar el concepto que se tiene del marketing online.
Entre ellas, se han detectado cuatro muy claras:
– Incredulidad: Si la empresa no está presente en las redes sociales y es muy tradicional, tenderá a pensar que su participación es una pérdida de tiempo, y que sus empleados se distraen al utilizar estas herramientas.
– Acercamiento: Será el responsable de llevar a cabo la estrategia corporativa online el encargado de hacer que los directivos se interesen, enseñarles la evolución hacia la web 2.0 y que comiencen a verlo como una vía más de generación de negocio.
– Aprendizaje: En este punto la empresa tiene dos opciones: contratar a profesionales especializados o formar a su personal (si lo que quiere es evitar el aprendizaje a base de prueba-error).
– Impaciencia: El más común de los males expuestos. El responsable deberá armarse de paciencia para hacer entender a sus superiores que en la mayoría de las ocasiones, en las redes sociales no se conseguirá un retorno inmediato, y que los resultados cualitativos tardarán un tiempo estimado de entre 6 meses y un año.
Sin duda, diseñar una estrategia comercial en Internet requiere un conocimiento profundo de la empresa, tener muy claros los objetivos a conseguir y desarrollar todas las fases y herramientas para llevar acabo el plan de marketing online. Para conseguirlo, es primordial que todos los trabajadores aúnen esfuerzos para ser educados en los social media.